martes, 16 de julio de 2013

CAPÍTULO 3: ¿Quién es mi familia?

   
Mis padres biológicos, a ellos les debo mis genes

    Como ya supondréis para un cánido como yo, eso es difícil de matizar en una respuesta simple. ¿Familia directa, biológica, adoptiva, extensa…? Antes de parecer uno de esos que hacen encuestas en el Centro de Investigaciones Socioperrunas (CIS) vamos a ir contando algunas cosas.

   Los amigos con los que vivo ahora, que recogen mi pis y mis bolitas de alcanfor (¡pringaos!... ¡ojo! es con cariño,jejeje) me leyeron el otro día unos papeles que ponía en la parte de arriba “LOE”-“Un rollo de no te menees”- pensaba yo para mí.

     Lo único que saqué en claro que es mi abuelo, un tipo llamado Thorgall de Mayo Land, hizo un viaje hasta Argentina en 2004 para ganar el campeonato del mundo de “wuapos wuapos”. “No tuvo que pasar calor, el pobre güelito” -decía por lo bajini mientras me hablaban.

     Pues gracias a semejante prenda, yo he salido como he salido… guapo, rico y con una pichota envidiable que no va a disfrutar cualquiera ;) Un “Mark Vanderloo” de cuatro patas, jeje. Mi padre biológico fue el hijo de este señor del premio, Vipvalour de las Doce Islas, y mi madre, Artemisa de Oncetartessos (los que véis arriba en la foto, ¡qué porte, qué elegancia, qué todo...!)

    En mi primera socialización (-¡me ha salido muy fino… se nota que leí a Iam Dumbar!), anduve con primos y con más primos. Recuerdo al “Señor del palito”, un perro lleno de fibra y musculoso con cara de pocos amigos (Taga de Oncetartessos, se llamaba). Tenía una máscara el tío como si fuera un indio (sí, un indio, pero no de la India, sino de los otros de las plumas). ¡Qué carácter y cómo repartía parné a los demás! Ahí tuve una inspiración para cuando fuera mayor. Yo quiero ser como él.

   Me flipé con Bulebule de Meuskans. No sabía si era muy nervioso o si había dos iguales. No paraba de moverse, perseguía una fregona, saltaba sin descanso… ¡Qué personaje! ¡Cuánta actividad! -Yo pensaba: "¿Qué pienso le dan a este? ¡Qué me lo cambien ya! ¡Carmennnnn!"

   No todos eran jefes de lugar ni Spiris González, también las había tiernas y dulces como las gemelas Ada y Morgan de Kowalski y Bella de Oncetartessos. ¡Qué majas ellas, cuántos lametones me dieron!. También estaba "La Oli", sí, "La Oli" con "La", una marrullera de mucho cuidao porque siempre estaba formando gresca y luego se quitaba del barullo (que yo la tenía calá), pero en el fondo, se tiraba tol día panza arriba pa que le acariciaran el chuminillo (¡no sabía ná la guarrona!).

   En esos tiempos, también estuve con mis criadores, Carmen y Manu. Dos tipos majetes donde los haya. Complementarios como la cara y la cruz de una moneda. Nos enseñaron las primeras cosas, nos dieron todo su cariño e hicieron que con dos meses pesara casi 3Kg ¡qué más podía pedir!

   A día de hoy, esos moteros de los que hablé ocupan toda mi vida, pero eso dará para otra historia. Ya he sido plasta por un rato. 
    Hasta luego, cocodrilos.

1 comentario:

  1. Jajajajajajaja... Es que nuestro pequeño Bulebule de Meuskasn es un crack!!! :-D

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